lunes, 28 de abril de 2008
Violencia
La noticia del tal Fritzl, el austríaco que secuestró a su hija durante 24 años, no me causó sorpresa. Si leíste a Tomas Bernhard no te causa sorpresa. La violencia que describe T.B anticipa esa locura, agazapada entre las montañas, rodeando a los buenos vecinos de un pueblo de casas grandes y jardines frondosos. La tranquilidad prendida con alfileres, la bonomía enmascarando el sadismo, la familia escondiendo secretos, secretos de lascivia, secretos de incesto, de tabúes rotos y leyes corrompidas. No me causó sorpresa pero igual, igual que al leer a TB, sentí miedo del hombre, del Hombre. Más que miedo, asco, nausea. Ganas de estar "lejos y sola pero completamente armada". Cómo se llama la ciudad donde vivía el hombre? Amstetten. Altensam la de Corrección de T.Bernhard. Unos días después encontré esta foto, además de que los gatos me parecen unos animales bellísimos me pregunté ¿quién tomó la foto?, a quién se le ocurrió el chiste?. Y después quise sacar la foto porque pensé estar haciendo apología de lo que justamente criticaba y no sé cómo mierda sacarla. Apenas encuentre el modo la saco. O queda ahí, quien sabe para qué.
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